Te echo de menos, Vida mía, y para quitarle amargor
a este trago trato de recordar cual fue nuestro mejor momento, cual la más grande de todas las cosas que hemos
hecho, pero ¡han sido tantas!
Sería en primavera, al brotar la primera rosa en tu
jardín de aromas, la que para mi cortaste y para mi corazón guardé en su fondo
sin fondo. Pero esta, es una cosa pequeña.
Sería en verano, ese primer postre tan dulce que me
ofreciste, ese aroma de labios deshojados que me hizo amar tu dulzura hasta en
mi café. Pero esta, es una cosa pequeña.
Sería en otoño, con las primeras lluvias íbamos a
criptas y torres en busca de algo disfrazado de antiguos manuscritos que
iluminaban tu sonrisa, cómplice de la mía. Pero esta, es una cosa pequeña.
Sería en invierno, cuando la gelidez nos juntaba en
el único fuego y nos susurrábamos canciones y caricias y sueños de cuando
llegara primavera. Pero esta, es una cosa pequeña.
Nada grande hemos hecho, pues…
Solo cosas,
todas,
tan pequeñas,
pero con tu aroma,
tu dulzura y tu sonrisa,
tú, caricia,
me desbordan
el amor!