Ni
siquiera en Cartago
He
visto senos como tus senos
No
gacelas
Lágrimas
sobre las piedras
Del
camino
Ni
siquiera en Feocia
He
atendido vientres como tu vientre
Ni he
horadado
Piedras
sobre mis fondos
De
lágrimas
Ni
siquiera en Elea
He
aromado pies como tus pies
Sin
camino
Barcas
sobre los mares
De mis
lágrimas
Ni
siquiera en Marsella
He
acariciado cuellos como tu cuello
Ni he
mordido
Dinteles
en los estrechos
De mis
mares
Siquiera
en Javalambre
He
sabido de labios como tus labios
No
besos
Mares
entre los montes
De mi
alma
Y el
camino abierto
Entre
montes y senos
Y el
estrecho encerrado
Entre
oceános de lágrima
Me
llevan, sobre tu vientre
Al beso
eterno no dado
De tus
pies a tu cuello
Enamorado
De un
sueño que no he mordido
De unos
labios hechos de palabras