Por la noche llega el asalto del insomnio, regalo de cuando vivía entre humo y ruido. Entonces me siento y recuerdo y lo cuento. Solo.
viernes, 12 de agosto de 2011
Tu dolor es mío. Yo quiero,
Amor mío, darte pastillas como besos
para que tu dolor sea mío.
Para que las gotas de agua fría
de tu frente fría
se recojan en tu regazo
y ahí yo las beba como si fuera gato.
Tu dolor me duele,
tu mente que piensa que no acaba,
tu alma que siente que no acaba,
tu corazón que te duele en las manos
y lejanas están las mías pa recogerlo.
Tu dolor me duele como el agua helada
y es mío en la distancia.
Nada tengo hoy de ti más que tu dolor,
y te sigo amando pues tu dolor,
también, lo amo.
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