miércoles, 10 de noviembre de 2010

MANOS QUE NO VEN



al otro lado del mar una llanura
al otro del monte una dulzura
y buscando tras el horizonte
me encontré con tu espesura

no hay espejos en mi almohada
pero hay velas y hay incienso en mi morada
y buscando miré arriba
me encontré con tu esperanza

más allá del ayer se oculta un ave
más acá del hoy hay una llave
y buscando entre los trastos
me encontré con un llavero

no hay sábanas en mi cama
sobre el colchón la ternura
y buscando en mi buhardilla
me encontré con tu mirada

¿ quien eres tú, quien eres ?

¡ MÁS CERCA !

aquello

aquello duró un segundillo
y fue
y fue previsto que así fuera
el guión estaba escrito
y yo
y yo no me lo sabía

le dijiste
le dijiste a ella que yo era malo
y vio
y vio ella lo que tú no habías mirado
sonó el ¡clac! y la voz de ¡acción!
y yo
y yo que no lo sabía

me pediste
me pediste un vuelo al norte
al azar
al azar imprevisto, mediterráneo
a la orden de ¡otra vez!
y yo
y yo que no lo sabía

me invitaste
me invitaste a desayuno largo como el sol
me fui
me fui poco a poco perdiendo en tus palabras
nervioso ya de nuevo: ¡repetir!
y yo
y yo que no lo sabía

en busca
en busca de una torta pasado Tentudía
me fui
me fui y hallé tus piernas apuntando en la plaza
y la voz otra vez: ¡ahora!
y yo
y yo que no lo sabía

te vestiste
te vestiste de noche cuando aún de día
y lo ví
y lo vi y quedé hechizado de silencio
todo miró a otro lado: ¡que se va!
y yo
y yo que no lo sabía

te llevé
te llevé al mismo cielo que el hombre malo
y me helaste
y me helaste la sangre noche oscura
en el silencio gritó: ¡la última!
y yo
y yo que no lo sabía

te volviste
te volviste al llamado de otra leica
yo estaba
yo estaba perdido en el oriente
por eso duró todo un segundillo
y yo
y yo que sigo sin saberlo