Por la noche llega el asalto del insomnio, regalo de cuando vivía entre humo y ruido. Entonces me siento y recuerdo y lo cuento. Solo.
jueves, 29 de septiembre de 2011
¿PENSABA ULISES EN TROYA EN SU VIAJE A ITACA?
La mariposa sale del capullo y dice: ¡qué bonito es todo esto! No se acuerda de cuando era gusano y comía morera. Cruza su camino con el de un mariposo y se aparean y dice: ¡qué bueno es todo esto! No se pregunta si va a durar o si habrá más veces. Pone sus huevos y de ellos nacen unos gusanos que comen morera y devienen mariposas, que dirán: ¡qué bonito y qué bueno! y no se acordarán de cuando comían morera y no se preguntan si van a durar.
Yo, que por experiencia (estadística, navaja de Ockam) no creo en lo casual, sé que Aíta y Amá vinieron a Sevilla para que yo naciera aquí y me encontrara, más de 52 años después, en el lugar geométrico en el que estaba cuando, largando lastre, zarpé para Sarrión.
Conocí la tierra y dije: ¡qué bonito es todo esto!. Miré al Jano bifronte que me sonreía y dije: ¡un poco más! No me pregunté si iba a durar pues te conocí a ti y dí vueltas y vueltas en tu jardín y supe de mariposas y de gusanos y la tierra me amó.
Y me dije: ¡qué bueno es todo esto! Entonces miré al Sur y vi que Troya ya no ardía, y miré al Norte y vi que tu sonrisa sí que ardía.
Y elegí luchar hasta morir por merecerte.
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