jueves, 16 de septiembre de 2010

CIMIENTO




Empezaron un café y se fueron al bizcocho
empezaron una cena y se fueron a un café
empezaron un jardín y se fueron a una cena
empezaron una cena y lo hicieron, otra vez.

Y desde un mundo lo vieron muy adentro
y muy adentro lo vieron una cena
y sin la cena se fueron al bizcocho
y sin café no se hacía por la mañana.

Volvieron a empezar con el bizcocho
volvieron a probar con el café
volvieron a pensar en esa cena
volvió ese mundo a hacerse, solo una vez.

Él pensó de nuevo en su llamada
y en café con bizcochos de verdad,
él volvió a pensar en su regazo
ella volvió a acariciar sus piernas otra vez.

JANO




Llama, llama otra vez más despacito
que no me enteré
que estoy con la música
que no estoy aquí

Estoy con la Boheme y con Becaud
¿Llamas?

¡¡Ah!!

¿¿ Me llamas a mi??
Pero si estoy en ti,
con el café y con los pistachos

y al volver a la casa te encontré
y quisiste reposar en mi regazo
y me despierto
y el sueño es al revés

y ¿llamé?

VERTICAL




Tomar tu mano es una imposibilidad técnica.
Pero sentirla es un sueño entre las mías
que construyo al ritmo del recuerdo

que puedo imaginar tu caricia
sobre tus piernas cruzadas
a mi ladito en la mesa

que puedo ver ese cabello cayendo
azaroso en las manos de mi hueco
que te acecha entretanto

mas no entre el ruido
ni tampoco en el silencio
de la tarde que rompía

un clamor de aves, devolviendo
esa larga mañana sin verano,
desayuno y testigo mudo

de mis sueños, de tus anhelos
ahí naciendo ese deseo, que me lleva,
imposibilidades técnicas aparte,

a construir el sueño de tus manos.