domingo, 12 de julio de 2015

EL WHISKY MÁS CARO DE LA HISTORIA







-Como esta mañana-  me dijo el gigantón apurando el malta escocés al que le había invitado mi amiga la periodista gallega, -usted estaba a las once y el chaval a la una. Pero le tocó a él.

Hideputa, pensé por enésima vez mientras mi amiga le encargaba  otro malta. A ella le gustaba que yo llevara las conversaciones cuando su cámara estaba filmando. A mí no me respetarían, me decía. Y a cambio de que me llevaran con ellos al amparo de su salvoconducto oficial, a veces me tocaba lidiar con elementos como este.

No parecía mala persona, así, a primera vista. Estuvo seleccionado para la olimpíada de Barcelona, pero la guerra le impidió acudir.  – Como Mozart, continuó, es belleza pura. Siempre. Aquí tiene, (estaban tocando el segundo movimiento del concierto para clarinete), nada más triste, la soledad absoluta del hombre que se encuentra a sí mismo. Pero es hermoso. ¿Me entiende?

Asentí, sorprendido de que él lo entendiera. Pero el tipo no dejaba de hablar:       -luego está la pintura, ¡ah, qué goce, qué exaltación del espíritu! Cuando estuve en España, antes de la olimpíada, pasé tres días en el museo del Prado. Sólo salí de la sala de los flamencos para visitar a Goya, ¡qué genio! Esos dibujos en blanco y negro….

-¿Es usted artista?, le pregunté yo
-¿Yo? No, qué va. Soy doctor en filología, o lo era, antes de la guerra.
 -¿Qué tal la poesía serbia?, insistí
- No hay ya poesía serbia, me dijo. Los nazis mataron a todos los poetas. Lo dijo y se quedó tan tranquilo.
- Ponían a un poeta a las once, matizó, y a un comunista a la una. Y se cargaban antes al poeta, claro. Al revés que esta mañana. Se le veía a usted majestuoso a través de mi alza telescópica esta mañana, continuó, con su polo rojo. Pero el chiquillo iba de verde, y no hubo opción.
- ¿Verde esperanza?,  le pregunté horrorizado
- Verde como su bandera, dijo él apurando de un trago el whisky. Putos bosnios, concluyó. Y escupió al suelo, el hideputa.

(En el 20º aniversario de Sbrenica)

domingo, 14 de junio de 2015

ABISMO Y TRUENO






Está en tu mirada verdiazul
no en la que yo escudriño el infinito

y en tu aroma de frambuesa, madura y dulce
no en el que yo absorbo de tu piel en cada poro

en tu voz tarareando el pasodoble del torico
no en mi balbuceo de palabras huecas y vacías

sobre todo, en el sabor de tus labios entreabiertos
que no en la cerrazón oscura de los míos

y en el escalofrío de tus manos en mi espalda
nunca acompasadas en tu vientre por las mías

No hallarás perfección, Vida mía, en este torpe vagabundo
abatido al primer tiro de tu troya
engullido por tu amor en mis abismos
bajo el cielo iluminado por tu trueno
Sólo camino, y los surcos del azar

domingo, 24 de mayo de 2015

AMOR CIEGO DESBOCADO, POTRO SALVAJE DOMADO






Mi amor, Vida mía, es ciego y desbocado
Si tus ojos no miran a los míos
No veo nada
Y si no es tiernamente que cabalgas,
No siento nada

Pues mis ojos, Amor mío,
Se dejan lentamente penetrar por los tuyos
Y mis riendas, entonces parece
Que las llevas tú,
Pero yo elijo la cuadra y el momento

Así que ni tú mandas ni yo mando
Tú tiras de rienda y yo miro
Y para este potro que cabalgas
Ávido de cuadra y de momentos
Guárdame, Vida mía, una caricia

Y esa zanahoria premio de una gran jornada

sábado, 23 de mayo de 2015

AHÍ VOY YO, SOSTENGO...





Cuando te hago el amor

Sueño mi mano en tu espalda

Cuando acaricio tu espalda

Sueño con hacerte el amor



Cuando es tu mano en mi espalda

Sueño en hacerte el amor

Cuando acaricias mi mano

Sueño con tu espalda



Cuando sueño con tu espalda

Sueño con mi mano

Cuando mi mano es tu amor



Sueño que lo hago

Y cuando lo hago sueño

Y los sueños sueños son






miércoles, 20 de mayo de 2015

SÉ LA FLOR





 Te echo de menos, Vida mía, y para quitarle amargor a este trago trato de recordar cual fue nuestro mejor momento, cual  la más grande de todas las cosas que hemos hecho, pero ¡han sido tantas!

Sería en primavera, al brotar la primera rosa en tu jardín de aromas, la que para mi cortaste y para mi corazón guardé en su fondo sin fondo.  Pero esta, es una cosa pequeña.

Sería en verano, ese primer postre tan dulce que me ofreciste, ese aroma de labios deshojados que me hizo amar tu dulzura hasta en mi café. Pero esta, es una cosa pequeña.

Sería en otoño, con las primeras lluvias íbamos a criptas y torres en busca de algo disfrazado de antiguos manuscritos que iluminaban tu sonrisa, cómplice de la mía. Pero esta, es una cosa pequeña.

Sería en invierno, cuando la gelidez nos juntaba en el único fuego y nos susurrábamos canciones y caricias y sueños de cuando llegara primavera. Pero esta, es una cosa pequeña.

Nada grande hemos hecho, pues…

Solo cosas,
todas,
tan pequeñas,
pero con tu aroma,
tu dulzura y tu sonrisa,
tú, caricia,
me desbordan el amor!