lunes, 2 de diciembre de 2013

ESPINA



Mi hermano recorrió, al fin este camino, que serpea calladamente entre los robles que amarillo cenicienta se reflejan en el río.

Mi hermano navegó, sin viento, sobre esas aguas que devuelven espumosas la esperanza de un día, de un ayer, de un momento.

Mi hermano forjó, callado, con el fuelle aventado por el canto dulce, triste y presuroso como el fuego escondido de tu alma.

Mi hermano silbó, lágrima viva, al apagarse su vida entre los labios que no habían nunca hollado su mirada.

Mi hermano sintió, como yo, que ni somos ni lo fuimos nunca más que el polvo errante al fondo del camino.

Mi hermano sonrió, al amor, y fundiéronse budas y giocondas al son del tambor de primavera, paso a paso y tiempo cero.

Mi hermano volvió, del exilio, para llorar en Soria y en Segovia y en Baeza y en Sevilla, como yo ahora, lo hago en Huesca.

Mi hermano y yo, de la mano, escribimos un día un verso triste que la vida tornó en luz, esperanza, felicidad ida.

Mi hermano se fue, para siempre, y se llevó consigo el deje azul de tu mirada en lontananza, y me dejó la suya, enamorada.

Y yo miré adentro, a mi hermano, y sentí que poseía, en el mío, la misma espina con la que su corazón ya nunca más fue corazón solo.

domingo, 10 de noviembre de 2013

TRAS LA VISITA DEL CHEF

Los imbéciles no quieren que se descubra la verdad, porque les molestaría. Los charlatanes tampoco, pues arruinaría sus artificios. Los sabios tampoco pues:

1º. Saber es poder y hay que apartar del poder a los indignos. Por ello las reservas de conocimiento se mantuvieron en Egipto durante milenios en los templos, inaccesibles a los no iniciados en los misterios. Esta herencia se ha transmitido oralmente, y sobre todo por la presencia y el ejemplo. Con símbolos, mitos, enigmas, siempre bajo el sello del secreto.

 2º. Porque conocer es una operación de vida y una manera de nacer. Y nada puede nacer fuera de una envoltura, de carne, de tierra, de misterio. Si se abre la semilla ya no germina. La ciencia oficial es ciencia muerta, desierto de arena y no puñado de simiente. El conocimiento de los sabios es una gaya ciencia con sabor de alegría y soplo de espíritu.

3º. Por el respeto a la dignidad del conocimiento. Es la vía real que debe aportar luz a las almas, exactitud a los pensamientos y justicia a los actos. Los hombres le han dado la vuelta utilizándola, sirviéndose de ella en vez de servirla.

4º. Porque los sabios aman la verdad y no hay amor sin pudor, sin velo de belleza. La verdad no ha de ser descubierta, sino revelada, recubierta de un velo luminoso.

Por ello se enseña por medio de los símbolos, los ritos y los mitos que constituyen la tradición única primordial. No explican el encadenamiento mecánico de las apariencias, sino las afinidades secretas y las analogías de las potencias y las virtudes, las correspondencias del número con el sonido, de las figuras con las leyes, del agua con la planta, la mujer y el alma; del fuego con el león, el hombre armado y el espíritu; de los astros con los ojos, las flores y los cristales de los metales y las gemas; de la germinación del oro en las minas con la de la verdad en el corazón del hombre.

Al ocultar los sabios su saber por escrúpulo, los charlatanes se aprovecharon para esconder su ignorancia bajo los mismos signos misteriosos. Los imbéciles los confundieron, creyendo tanto en unos como en otros.

 A medio camino entre imbéciles y charlatanes ha surgido la especie de los académicos, que asegura el triunfo definitivo de la conjura. Los imbéciles, instruidos por los académicos, han confundido una vez más a los sabios con los charlatanes, pero esta vez para no creer ni en unos ni en otros.

Los académicos enseñan que toda la verdad está en su ciencia y que todo lo que no pueden descubrir ni demostrar no existe. Ahora bien, no han enseñado, ni descubierto, ni demostrado nada acerca de la vida y la muerte, el bien y el mal; nada acerca del amor, del dolor y del sacrificio, acerca de la conducta del hombre y del destino del alma, acerca del sentido, la esencia y la salvación. A medida que descubren nuevos agujeros negros o nuevas partículas elementales, nuevas estructuras genéticas o nuevos semiconductores, se alejan y nos desvían de lo esencial. Y ahora la verdad está tan bien escondida que ya no se la busca.

Estaría totalmente perdida si no sobrevivieran algunos sencillos de espíritu para quienes la verdad existe. Recorren el mundo interrogando a la gente, los astros y las hierbas, interrogando al gran libro de la naturaleza, y hojeando los textos olvidados, interrogando a su corazón y a los dioses enterrados en las piedras. Saben que no tienen la verdad pero saben que ella es. Están tan hambrientos y sedientos de ella que saben seguirla por el rastro y reconocerla por el olor. Ante un hombre difamado, ante un acontecimiento absurdo, ante un grimorio ilegible, ante una piedra cúbica en una bóveda, se paran en seco y exclaman: Eureka.

Visitan el interior de la tierra y, rectificando, encuentran la joya oculta y la verdadera medicina.

lunes, 12 de agosto de 2013

PERSEIDAS





Tu piel, Vida mía, blanca piel.
Virgen negra en Chartres,
cuervos negros de mi vida,
catedrales, espacios.
Pero tu piel, Amor, sólo es a un tiempo.

Tus ojos, Amor mío, ojos azules.
Penélope en Itaca,
circes y calipsos de mi vida,
viajes, tormentas.
Pero tus ojos, Vida, nunca son tristes.

Tus manos, Vida mía, sabias tus manos.
Como el ave que despliega vuelo
al universo de tus aires.
Todos mis vuelos, todos, los vientos.
Pero tus manos, mi Amor, nunca se pliegan.

Tu corazón es mi vida, Vida mía.
Soplo rehilado por tu agua
como agua fuera borda fuera fuego.
Todos mis fuegos, todos son tuyos.
Corazón, mi Amor, nunca se apaga.

Tus labios, Vida mía, no los conozco.
Beso que es aire y que trae
tu rosa a mi mesilla en la mañana.
Sólo hay un fuego, Amor mío, y es todo tuyo.
Como son míos tus labios que no he besado.

martes, 23 de julio de 2013

RUTINA CERVANTINA

En esto, ya comenzaban a gorjear en los árboles mil suertes de pintados pajarillos, y en sus diversos y alegres cantos parecía que daban la norabuena y saludaban a la fresca aurora, que ya por las puertas y balcones del Oriente iba descubriendo la hermosura de su rostro, sacudiendo de sus cabellos un número infinito de líquidas perlas, en cuyo suave licor bañándose las yerbas, parecía asimesmo que ellas brotaban y llovían blanco y menudo aljófar; los sauces destilaban maná sabroso, reíanse las fuentes, murmuraban los arroyos, alegrábanse las selvas y enriquecíanse los prados con su venida. Mas apenas dio lugar la claridad del día para ver y diferenciar las cosas, cuando la primera que se ofreció a los ojos de Sancho Panza fue la nariz del escudero del Bosque, que era tan grande, que casi le hacía sombra a todo el cuerpo. Cuéntase, en efecto, que era de demasiada grandeza, corva en la mitad y toda llena de verrugas,...

(Quijote, parte II, capítulo XIV)

lunes, 15 de julio de 2013

DESPACIO, DESPACITO






Soñé con tu jardín de amanecidas. No sabía, no intuía, dónde estaba. Pero era hermoso el sueño, y me quedé en él. Y era radiante y tenía luz, mucha luz, que pintaba en el suelo sombras de colores que se tragaban las malas yerbas. Y había una escalera vieja y gris, de 24 escalones. Y llevaba a una puerta que era como la entrada a un cielo. Entré y un soplo de aire fresco me recibió en la cara porque el beso lo pusiste tú en mis labios, con dulzura, con serenidad, con templanza, con cariño. Yo quise más, pero no lo dije. Y me quedé sin miel, sin garza, sin alas, sin tu amor.

La otra puerta del jardín daba al valle custodiado por los molinos de mi espíritu ayudados por quijotes que desde las empinadas lomas de los montes vigilaban para que el desamor no entrara. Pero el viento se volvió agrio y llevó simiente de mala hierba a los valles que se anegaron de lágrimas y derribaron a los gigantes custodios, que no estaban bien enraizados. La maldad entró en el valle y se abrió paso hasta el jardín donde estabas tú, erguida y con tu mano levantada para parar el aluvión. Y entonces desperté. Y en mi mesilla estaba tu rosa recién abierta para mí.

jueves, 16 de mayo de 2013

UN POEMA DEL HERMANO MARTÍ

Cual de incensario roto huye el perfume
Así de mi dolor se escapa el verso:
Me nutro del dolor que me consume,
De donde vine, ahí voy: al Universo.

Cirio soy encendido en la tormenta:
El fuego con que brillo me devora
Y en lugar de apagarme me alimenta
El vendaval que al temeroso azora.

Yo nunca duermo: al despertarme, noto
En mí el cansancio de una gran jornada
Adonde voy de noche. cuando, roto
El cuerpo, hundo la faz en mi almohada.

¿Quién, cuando a mal desconocido postro
Mis fuerzas, me unge con la estrofa blanda,
Y de lumbre de amor me baña el rostro
Y abrir las alas y anunciar me manda?

¿Quién piensa en mí? ¿Quién habla por mis labios
Cosas que en vano detener intento?
¿De dónde vienen los consejos sabios?
¿Alónde va sin rienda el pensamiento?

Ya no me quejo, no, como solía,
De mi dolor callado e infecundo:
Cumplo con el deber de cada día
Y miro herir y mejorarse el mundo.

Ya no me aflijo, no, ni me desolo
De verme aislado en mi difícil lucha,
Va con la eternidad el que va solo,
Que todos oyen cuando nadie escucha.

Qué fue, no sé: jamás en mí di asiento
Sobre el amor al hombre, a amor alguno,
Y bajo tierra, y a mis plantas siento
Todo otro amor, menguado e importuno.

La libertad adoro y el derecho.
Odios no sufro, ni pasiones malas:
Y en la coraza que me viste el pecho
Un águila de luz abre sus alas.

Vano es que amor solloce o interceda,
Al limpio sol mis armas he jurado
Y subiré en la sombra basta que pueda
Mi acero en pleno sol dejar clavado.

Como una luz la férvida palabra
A los temblantes labios se me asoma:
Mas no haya miedo que las puertas le abra
Si antes el odio y la pasión no doma.

Qué fue, no sé: pero yo he dado un beso
A una gigante y bondadosa mano
Y desde entonces, por donde hablo, impreso
Queda en los hombres el amor humano.

Ya no me importa que la frase ardiente
Muera en silencio, o ande en casa oscura,
Amo y trabajo: así calladamente
Nutre el río a la selva en la espesura.
(Flores del destierro, 1878-1895)autógrafo

sábado, 4 de mayo de 2013

EL CAFÉ, SIN AZÚCAR





Yo tomaba café amargo desde el Metropole en place De Brouckère escuchando a Schubert pero cuando te conocí, Vida mía, y supe de la dulzura de tus labios y de la dulzura de tu vientre y que eras abeja incansablemente trabajando el panal de rica y dulce miel que yo tomaba en mis labios para soñar en los tuyos y salíamos sin que hubiera fiesta con zapatos de tacón y tu mirada era dulce y cavábamos el jardín para que fuera manantial de flores dulces y limpiábamos los pisos sin que hiciera falta cera porque tu sonrisa era dulce y las noches eran dulces y las mañanas eran dulces y todo era contigo y era dulce dulce dulce tres veces dulce y empalagoso como la Muerte. Por eso, Amor mío, me vuelvo al café amargo. Como la Vida misma.


viernes, 19 de abril de 2013

UN POEMA DE ALDA MERINI


Ambrosio, ningún carmen es tan devoto de Dios
como el carmen de la lujuria
que adora a los viejos como a panes ardientes
que los hace exultar y los hace creer en Dios.
Y dentro de sus ojos que han visto
el placer
y el absurdo riesgo de la muerte
saben que el Paraíso está hecho
de solitarias fronteras
y temen el infierno de la vida. 


(Versión de J. Aulicino)

Ambrogio, nessun carme è tanto devoto a Dio
come il carme della lussuria
che indora i vecchi come pani ardenti
che li fa esultare e li fa credere in Dio.
E dentro i loro occhi che hanno visto
il piacere
e l'assurdo periglio della morte
sanno che il Paradiso è fatto
di sole frontiere
e temono l'inferno della vita. 
 


(De Superba è la notte, Turín, 2000)

viernes, 22 de marzo de 2013

CONSAGRACIÓN



What is your substance, whereof are you made,
That millions of strange shadows on you tend?
Since every one hath, every one, one shade,
And you, but one, can every shadow lend.
Describe Adonis, and the counterfeit
Is poorly imitated after you;
On Helen's cheek all art of beauty set,
And you in Grecian tires are painted new:
Speak of the spring and foison of the year;
The one doth shadow of your beauty show,
The other as your bounty doth appear;
And you in every blessed shape we know.
   In all external grace you have some part,
   But you like none, none you, for constant heart. 


(Shakespeare, Sonnet 53)

lunes, 18 de marzo de 2013

MUCHOS AÑOS DESPUÉS



tú querías granada
no querías partir
sin vivir granada
yo lo sabía. No te llevé

hace unos años Albaicín
desde la Alhambra y me dolió
el mundo que era gris
pero la aurora y me dolió
el laberinto que salía
por levante pero sin rumbo
que estaba dentro
y lo sabía. Pero me fui

hace unos años yo viendo sangre
desde la Alhambra lloviendo sangre
del cielo coagulado
sobre mi vida
en el laberinto. Sólo hay el presente
dijiste, cuídalo mucho que
ahí pasarás el resto de tu vida

hace unos años remontévuelo
desde el presente de la Alhambra
que encara Albaicín. Volé y volé bajo,
muy bajito desde granada
dejé el laberinto en su molde, sucio y roto
quedó allí rondando el paseo de los tristes
y yo lo dejé y me fui de nuevo a la mar

Y Mariana apuró el chupito, y parió.

viernes, 1 de febrero de 2013

PORCELANA DE LIMOGES

Antes de empezar a mover la silla en cuyo respaldo apoyaba el edredón recién quitado del lecho supo que rozaría la mesilla y haría caer la lámpara de porcelana. Podría evitarlo dejándose caer y alargando el brazo, pero hacía tiempo había prometido no correr riesgos. La lámpara caería y se rompería, y deseó que no fuera un augurio. La Luna menguaba y el día era de san Cecilio, patrón de Granada. Boabdil le miraba desde su atalaya.

Al samurai le crujieron las tripas como al preparar un sepuku. Ya no confiarían en él. Las miradas de niños como de cachorros abandonados se clavaron en los recuerdos de su corazón. Allí también rompió una lámpara al amanecer. Y no pudieron volver a por más. Allí, en Sbrenica.

Los fantasmas retornaban y destrozaban el comienzo del día: el aire limpio, la aurora con Ayante rescatando el cuerpo de Patroclo, el sol subiendo y las aves cantando desayuno, el Amor desatado en un despertar dulce como la miel. Caricias infinitas, rotas por un crujido de madera anunciando porcelana cuarteada.

Unos minutos antes, aun tendido sobre el edredón que había cubierto el lecho nocturno, había visto dos estelas de aeroplano por la ventana. Un augurio moderno, pensó, mientras trataba de dilucidar si volaban en el mismo o en opuestos sentidos. No llegó a ello, pues las aves impusieron sentido al desayuno, y se habían levantado, y él había apoyado el edredón sobre el respaldo de la silla.

 ¿Cómo puede un hecho simple y trivial disparar tantos resortes, que la vida entera se haga pedazos? Como el niño al romper el juguete recién estrenado. Ni las lágrimas que tanto deseaba verter podrían arrastrar el pozo abierto por las hecatombes recordadas. Tantos laberintos, tantas riberas, tantas atalayas, tantos muelles de nunca más. Tantos sitios, tantos sacos, humo y sangre, azufre y viento.

Había un túnel desde la cocina afuera de la cerca, como en casi todas las casas del pueblo. Y los encerraron en la cocina, para solo tener que abrir el gas y no pasar por la angustia de disparar a un niño. La intérprete se lo dijo y fueron a por ellos, y los sacaron de uno en uno, pues el túnel no daba para más. Jalando de una cuerda, hilo de Ariadna en el laberinto del infierno.

 Al amanecer se acababa el tiempo y él quiso sacar dos niños a la par, en la última jalada. Y rompió la lámpara y ambos quedaron allá, mirándole con ojos sedientos de vida y velados por el asombro del cachorro abandonado. Lo sabían, y él también lo sabía. Salieron a galope de la casa y los dos niños se quedaron a enfrentar su destino. No los oyeron llorar.

Esto me llegó hoy, en Sarrión, cuando rompí la lámpara de porcelana de Limoges y sentí el miedo de que si había fallado allí, hace veinte años, también podría hacerlo hoy y aquí pero contigo. Y el dolor cubrió mi ánimo como si fueran los caballos de la Noche.