jueves, 10 de mayo de 2012

AMOR DE LONTANANZA




Ya se va el frío, Amor, ya se va.
Se evade el hielo de las ramblas
y exudan su nieve las cumbres,
se van los vientos cortantes
como sílabas inconclusas.
Se van los fríos, Amor, se van
y se llevan mi soberbia de gallito
diciéndote, pues, que no hace frío.

Como las caricias, Amor,
como las caricias idas.
Ya no son. Pero estuvieron.
Nos pusieron  el alma en carne
de gallina, y se fueron.
Y nos queda el regusto
de aquello que,
alguna vez,
pudo haber sido.

Como la ilusión, Amor, todo se va.
Como el cobijo de las noches
bajo el edredón,
cuando el universo
entero estaba helado,
menos nuestro corazón.

Nos queda, Amor,
acariciando el frío,
el sabor a merengue y chocolate,
lontananza nuestra en Sarrión.