Tu Alegría es
como cuando te vi
por vez primera
y me dije
no es posible no es posible
que me esté pasando
esto a mi
Tu Alegría es la lluvia
en Nerja con los amigos
holandeses y alemanes
y tú y yo a bien cubierto
dentro del bar
tú chablis y mi jarra vikinga
Tu Alegría fue quitarte el chubasquero
y decir esto ni es lluvia para mi,
irlandesa que soy,
y unirte a esa reunión de locos
dejándome tiritando resguardado
entre las maderas del bar
Tu Alegría es cuando
me regalaste luego el chubasquero,
amarillo, para que yo
pudiera lavar el mío, rojo,
y me prometiste una bufanda morada
que nunca fue.
Tu Alegría es que luego, al tercer día
todo fue nuevo para mi.
Tu Alegría es como una espada,
y es que ahora la tengo aquí.
Me penetra lentamente
como si fueras tú.
Y tu mano me acaricia
como si fuera yo.
Tu Alegría es una mirada
en un hotel de Ponferrada
tras haber pensado en morir.
Tu Alegría es cuando, en inglés,
te dije que te quiero,
y el azul de tus ojos
me fulminó.
Tu Alegría es que entonces me dijiste,
en castellano,
que no sólo me querías,
que me amabas,
a mi.