jueves, 28 de abril de 2011

NEVER SURRENDER

Mi querida amiga, Amor mío:

Preparo ya el equipaje para el último viaje, ligero como el de mi Hermano Antonio, sé bien que allí tú me vas a dar todo lo que precise.

No te preocupes, hago mías tus palabras, y no me rendiré, yo tampoco, nunca....

No sé qué pozo me espera, pero sí sé que es pozo, y sé que allí te voy a encontrar y que volveré a mi tierra de sol en la que tú deberías estar pero no.

Te buscaré acá, debajo de las piedras hasta hallar la roca fecunda que me ofreciste. No me rendiré, nunca.

Amor mío, siento en mi alma tus besos y en mi corazón tus caricias, y en mi cuerpo entero late tu cabecita acodada entre mis torpes brazos. No me rendiré, nunca.

Porque en tan poco tiempo construímos un mundo, un mundo maravilloso, ¿y si hubiéramos sido tres? El diablo movió ficha, y nos tocó a los dos.

Y te quiero, Amor, te quiero aquí conmigo en esta noche oscura que se me va de las manos, vacías manos.

Tus caricias entre el chablis y mis manos, cuando no sabías qué coger primero, el roce de tu mejilla, tu mirada transparente, esos ojos que eran míos, como tuyos eran los que te miraban desde este lado del espejo. ¿Lo recuerdas?

Sí, claro que lo sabes, que sabes que mi mirada era franca y enamorada, porque nunca, Amor mío, me había nadie aceptado tal soy, con mis defectos enteros. Hasta aceptaste mi máscara de sueño.

Tus canciones a ti me traen, y escucho en mi silencio tu voz que me hace llegar palabras que no volveré a oír. ¿Oyes tú las mías?

No sé, mi Amor, qué pasará ahora, también yo estoy partido entre dos mundos. Porque tú no eres.

Pero vives, conmigo, y no me rendiré, nunca, nunca.

Porque te amo, mi Sarah.

miércoles, 27 de abril de 2011

Se non è vero è ben trovato




Nunca me concediste la palabra
por no querer salir de tu palacio
oh pusilanimidad de una hembra
que tan solo ahorró el final sacrificio

preferiste enroscarte cual culebra
sin dejar ocasión para mi oficio
no me diste opción, más que la ginebra
y con ello hiciste tu propio juicio

mas, si tiraras de tu propia fibra
dejando a tu sentir que actúe despacio
verías la luz que guardo en tu penumbra

levantar podríamos el edificio
si osaras tú perder esa vértebra
tendríamos, tú y yo, el goce del silencio.

martes, 26 de abril de 2011




Darling, my One,

let me hear your voice
again
let me dream on your tender
that never let me down
let me think that it´s all over
but no blue
let me feel your legs
on my face
telling me that a broken soul
has no rest
on a broken heart
let me imagine
that your treasure
will live
let me go on
with my camels
with my drinks
to these that they left from you
let me go on
do whisper at my ear go on
let me feel your tongue
inside my heart
so that I know
it´s always true
after the storm
and before the sun
I can´t I can´t miss you
let me hope you, forever
so you do

PALABRAS COMO ESPADAS



Hoy monté tu espada
en la pared
de mi cuarto
estrictamente vertical,
para que allí guarde,
como tu dormido gesto
lo hace
del otro lado de este laberinto
sin espejos. Sí, Amor,
me llegó esta mañana tu palabra,
tan perdida,
y mía la hice,
como tú a mí bajo la lluvia,
diez mil veces.

Ahora sí sé qué quiero,
y la pregunta dónde,
y la respuesta cómo.
Ahora sí, espérame,
espera mi palabra de vuelta
sin vuelta atrás.
Volará a tu Norte mi palabra,
irá contigo allí, mi Cielo.

Y con mis ojos tú verás
lo que darme quisiste.
No puedes vivir en mi, Amor,
pero yo lo sé pero no.
Como la espada has nacido
de las aguas. Yo del fuego
y así somos aire ahora
antes de retornar conmigo
a tu Tierra. Tu tierra del Norte,
de la que tanto me hablaste,
y ahora son mías tus palabras,
ya soy, ya, quien debes ser.

Y sé por qué te marchaste
tus dedos en mi espalda
diciendo que no, tu gesto
de silencio y tu sonrisa
diciendo hasta siempre.
Ahora sé por qué son piedras
las piedras y huecas las rocas
en que me anidó tu corazón.
Ahora entiendo por qué
precisamente ahí
fue que invitaste a quedarse a mi semilla.
Ahora sé de tu fruto
que en lo hondo
es la gran promesa de la Luz.

A tu cielo apunta nuestra espada
y desde tu atalaya, Amor mío,
verás siempre crecer estas espigas.

lunes, 11 de abril de 2011

DRESSING RED



Otra vez a lomo
de tu fiel don Hipo
otra vez es la jauría
cuyo ladrido
desborda tu sentir
a la caza a la caza
pero esta vez , Amor mío,
yo soy el zorro y tú la lady, lady, lady Marian.

No me pillarás no
ya me esconda
bajo una seta irlandesa
o tras un olivo nerjense
no me pillarás no
por muy zorro que yo sea
o por mucho que cabalgues tu Babieca
yo sé de madrigueras
a las que no llegan los tiros
como tú.

Pero si desmontas
y dejas en la grupa la escopeta
y te acercas a mirar ese helecho
con gotas de rocío de primavera
entonces, mi Amor, de nuevo,
te daré ese susto
desde el otro lado de tu espejo,
pues yo no tengo.

¿Y dónde tu espejo, donde tú, lady, mylady Marian?

Te sigo te persigo
en la bruma entre san Roque y Medina
y ya en Sevilla, te sigo, a ti, a ti, queriendo....

Lady, lady, lady mine.

martes, 5 de abril de 2011

UN POEMA DE LUGONES

ALMA VENTUROSA

Al promediar la tarde de aquel día,
cuando iba mi habitual adiós a darte,
fue una vaga congoja de dejarte
lo que me hizo saber que te quería.

Tu alma, sin comprenderlo, ya sabía...
Con tu rubor me iluminó al hablarte,
y al separarnos te pusiste aparte
del grupo, amedrentada todavía.

Fue silencio y temblor nuestra sorpresa;
mas ya la plenitud de la promesa
nos infundía un júbilo tan blando,

que nuestros labios suspiraron quedos...
Y tu alma estremecíase en tus dedos
como si se estuviera deshojando.

(Leopoldo Lugones)

viernes, 1 de abril de 2011

ME VISITÓ TU ALEGRÍA




Hoy has estado con tu alegría. Aquí. Lo sé, lo he sentido desde la Rosa que no es ni rosa ni malva ni blanca pero los tres. Como si brincaras jugando a escapar de mis manos. Como cuando me sentías triste y no preguntabas por qué sino decías: let´s have a drink, y yo: no, cuando se me pase. Entonces callábamos hasta que empezabas a hablarme de una tierra lejana habitada por hadas y duendecillos y me contabas una historia. Y yo te escuchaba con atención como niño antes de dormirse. Tú cambiabas las historias y reinventabas los finales para hacerlo real, como yo hacía hace años con JA y mis historias griegas.

Y así viraba mi tristeza del negro al blanco como en el laboratorio y se revelaba en dicha. Dicha tranquila, como ahora. Siempre era el ocaso. Y al llegar la noche la saudade dejaba paso a la alegría, como hoy tras la Rosa. Y te decía: let´s have this drink now. Y tú: uno por ti y uno por mí, y reíamos recordando a Marian y a IJ en su mano a mano. Y mis manos, ya otra vez sabias, te buscaban y te encontraban y no hacían falta más palabras.

Hoy no estás. Pero Eres. Y yo no estoy alegre. Pero sí feliz.